Es uno de los problemas más frecuentes en la sexualidad del hombre.
Por temor o vergüenza son pocos los que se atreven a consultar. Los pacientes son reacios a hablar de este tema.
Existen tratamientos eficaces para el control de la eyaculación.
La eyaculación precoz definida por la Organización Mundial de la Salud es la incapacidad para retrasar la eyaculación de forma suficiente como para disfrutar de la relación sexual, manifestándose por la eyaculación antes o inmediatamente posterior a la penetración. Si es necesario hablar de tiempos, la eyaculación precoz es cuando esta ocurre antes de un minuto después de la penetración.
No debe confundirse por la eyaculación rápida después de un periodo de abstinencia sexual prolongado. Se habla de eyaculación precoz cunado persiste durante mas de 6 meses o afecta a más del 75% de las ocasiones en las que hay actividad sexual.
Puede clasificarse en primaria cuando ha ocurrido desde la primera experiencia sexual y se mantiene; o secundaria (adquirida) cuando ocurre posterior a un período de actividad sexual normal.
Se presenta aproximadamente en un tercio de los hombre; sin embargo, en muchos casos el número exacto es difícil de estimar porque no se consulta.
Las causas pueden ser múltiples tanto psicológicas como orgánicas, debe descartarse problemas neurológicos y endocrinos, uso de ciertos fármacos, etc.
Puede tener un importante impacto en la calidad de vida del paciente y de su pareja.
Tiene una relación importante con la disfunción eréctil.
La historia clínica, donde se valorará las condiciones y características en las que se produce y, el examen físico dirigido permitirán confirmar el diagnóstico. En ocasiones pueden ser necesarios estudios hormonales.
En el tratamiento se valoran diferentes opciones en conjunto con el paciente y de acuerdo a sus expectativas. Existen técnicas conductuales, anestésicos locales o fármacos que permiten mejorar este problema.