En la mayoría de los casos el examen físico dirigido es suficiente. Las áreas de mayor riesgo deben ser valoradas de forma sistemática en búsqueda de lesiones.
Si se observan lesiones puede ser necesario realizar una biopsia.
Si no se observan lesiones puede realizarse una penoscopia (valoración de lesiones subclínicas) o bien, la toma de una muestra para estudio citológico.
La toma de muestra se realiza en el consultorio siendo un procedimiento poco molesto y permite la determinación por pruebas especiales (PCR) de la presencia del virus y catalogar su serotipo.