La ecografía urológica permite la valoración de los órganos del aparato urinario: los riñones y la vejiga y, en hombres la próstata.
Es un procedimiento rutinario en la consulta urológica.
Se realiza con el paciente acostado, con el abdomen descubierto. En ocasiones puede pedirse al paciente movilizarse a los costados para la mejor valoración de algunas estructuras. No es un método doloroso y no requiere ninguna preparación especial, salvo que la vejiga esté llena.
Con la ecografía pueden diagnosticarse múltiples enfermedades como:
Litiasis en riñón o vejiga.
Tumores renales o vesicales
Dilatación de la vía urinaria
Características y tamaño prostático.
Determinación del volumen vesical y del residuo postmiccional.
Por estas razones está indicada en la valoración de: cólico renal, hiperplasia benigna de próstata, infecciones de orina, hematuria, etc.